El hombre que mató al correo electrónico

Luis Suárez tiene uno de esos cargos (¿es la palabra?) que empiezan a abundar en el mundo de hoy entre la sonrisa por su vertiente casi hedonista entre lo zen y el bullshit, y la realidad de la transformación del trabajo en la era la digitalización progresiva: knowledge manager (gestor de conocimiento, una de esas profesiones olvidadas de los noventa), community builder (algo que parece una estrella ascendente en el segundo lustro del siglo XXI) y social computing evangelist (¿evangelista digital?).

Puede que no sea su cargo, sino el desarrollo de su marca personal, la identidad que se crea dentro de la comunidad ”“ comunidades ”“ a las que pertenece. Pero lo cierto es que Luis Suárez es un agente revolucionario de la sociedad cambiante, uno de esos nodos de la red que terminan creando una tendencia o provocando elementos disruptivos: hace diez meses comunicó a todos sus seguidores, espectadores, compañeros de trabajo y dirí­a que fuerzas de orden público, su decisión de no volver a emplear el correo electrónico en su trabajo y comunicar dónde puede ser localizado: sus herramientas sociales.

La empresa se llama IBM. Desde el momento en que transmite a su comunidad la fatí­dica nueva, se suceden las profecí­as de terminación de su relación laboral con la compañí­a que es el colmo de los colmos de lo corporativo. Luis, orgullosamente, cuenta como el plazo de vida del moribundo fue extendido desde las iniciales tres semanas a un trimestre para haber cumplido ya los diez meses de vida como el hombre que mató al correo electrónico.

Las razones para sustituir una cosa por otra son, en el fondo, verdaderamente conocidas por todos: el ruido que acompaña la comunicación a través del mail (spam, información instrascendente), el exceso de información carente de filtros, junto a los hábitos de uso desarrollados en los años de esplendor del e-mail como gran aceite de engrase de las comunicaciones empresariales y personales: “la mayor máquina de delegación del mundo”, incluí­da la responsabilidad, eso que dicen que no se puede delegar.

Yo trabajé en una empresa donde el consejero delegado tuvo que decir que no enviaba una circular más en papel y que, desde ese momento, todas sus comunicaciones se harí­an por correo electrónico: comprenderán que tengo que tener simpatí­a por Luis Suárez. Sobre todo porque vi como todos los jerifaltes de la pomposa organización tuvieron como mí­nimo que dar órdenes a sus prejubilables secretarias de que les imprimieran el correo electrónico.

Puede verse, pues, que por algo se empieza. Tengo la intuición de que, lo que empieza, o toma el carácter de bola de nieve o se vuelve intrascendente. Diez meses puede crear una peligrosa caterva de imitadores. Por ejemplo, Luis provoca al estado de la cuestión de las cosas afirmando que “el contenido ya no es el rey”, que “es la peor lacra de la comunicación empresarial” pues, al pulsar el botón de enviar, “ya se encuentra desfasado”. Para alguien como servidor de ustedes que repite que el contenido es todo en la industria audiovisual, me tomo la expresión “comunicación empresarial” como una aclaración pertinente.

O puede que no. “La clave es la gente que está detrás de ese contenido”. Ahora que vemos la televisión como comunidades, quizá debamos pensar que la clave es el contenido tal y como lo ven las audiencias, o como lo transforman o como lo comparten y las relaciones que establecen los antiguamente llamados espectadores entre sí­. A Luis Suárez le interesa “lo que está en la cabeza de la gente, lo que no está documentado, lo que no ha salido”. Recuerda que escribimos más lento de lo que hablamos y que hablamos más lento de lo que pensamos. Los maestros japoneses de la calidad industrial me enseñaron que, para innovar, la investigación de mercado serví­a de poco, pues detectar necesidades latentes está en ese espacio de las mentes que no se documenta.

La comunidad is the answer, my  friends. La comunidad es la que crea los filtros de la información que evitan tener que dedicar tiempo a lo irrelevante o lo pasado de fecha. La comunidad es más importante que la herramienta pues ¿quién va a leer un blog que no tiene lectores o quién quiere una cuenta de twitter sin seguidores?.  Pero Luis va más allá: cree que la comunidad es la que hace el trabajo (vista la organización como una red distribuida) y no el yo luchando contra la corporación (la vieja jerarquí­a, las redes centralizadas).

Más de uno ha debido sentirse turulato al escuchar que “la comunidad hace tu trabajo cuando no estás”. Una afirmación de esas que crean conexiones contradictorias en la mente. Por un lado “la oficina  fí­sica ha muerto” (Luis ve a su jefe en contadas ocasiones al año); por otro, la ubicuidad. Estar siempre conectado junto a disciplinas de trabajo cada vez más intelectuales y menos dependientes de horarios, hace que resulte hasta extraño saber que la delegación en la red resuelve el problema. ¿Es como un wiki laboral colectivo?

El problema, como casi siempre en la vida, es transformar la visión en cómos, en acciones concretas. Los cómos son mucho menos glamourosos que las ideas, quizá por eso tenemos evangelistas (también hablamos de liderazgos inspiradores y transformadores), porque hacen aparecer en la mente sugestiones que marcan caminos frente a lo anodino de la  práctica cotidiana, llena de limitaciones y sueños que no se cumplen.

Luis explica su camino para la transformación. En primer lugar, cambia el e-mail por la mensajerí­a instantánea. Tengo en algún lugar de mis notas que en estas categorí­as de comunicación urgente incluye Twitter por una de sus grandes virtudes: la sí­ntesis. Ciento cuarenta caracteres permiten ir al grano. Hace poco me lo decí­a un ejecutivo conectado a un emprendedor de fama mundial: “no le mandes más de tres lí­neas o no te lee, a veces tardo dos dí­as en pensar cómo decirle lo que tengo que decirle para captar su atención”. Y, por tanto, su acción.

Lo siguiente es descomponer lo que antes recibí­a en el correo electrónico en sus respectivos servicios. Las fotografí­as están en su Flickr correspondiente, los enlaces en el Delicious de turno. La información que se repite y se solicita de modo constante, está explicada en el blog. Los wikis para el trabajo colectivo…

El debate de la sala se interesa por el acceso a las redes. Por las barreras de las organizaciones a los cambios. Aparecen ejemplos de cómo se cierra el acceso a redes sociales para que la gente no pierda el tiempo. Es como esos tiempos en que los directores de sistemas se emperraban en encontrar maneras de evitar que la gente no leyera el Marca (bueno, o viera el porno) en las oficinas. La respuesta a la resistencia al cambio no es diferente a las veces anteriores: no se pueden poner puertas al campo ni pretender que el abandono de la actividad laboral va a dejar de existir porque no se pueda acceder a las redes sociales.

La gente dejaba su puesto igual anteriormente leyendo el Marca en papel. O llamando por teléfono a sus amigos, novios, novias y militares sin graduación. Pero ahora tienen algo que las empresas no pueden evitar por mucho que lo pretendan, por muchos cortafuegos que aspiren a controlar: se llama telefoní­a móvil y  a ver quién es el guapo que capa el móvil personal. Luis constata que el verdadero problema para superar este sí­ndrome de angustia por los bits es el control, y pasa a dar una mala noticia a las organizaciones empresariales: “el control no existe”. O, a lo mejor, la frase  serí­a “ya no existe”. Mis antiguos profesores de sociologí­a industrial creo que se unirí­an a las filas de la intranscendencia si siguieran contando las cosas que se contaban en los ochenta sobre el teletrabajo.

En definitiva, la cumbre de los bloggers en español, que se abrí­a con la amenaza que sobrevuela el estado de opinión sobre la creación y sostenimiento de bitácoras y que no es otro que la crónica de una muerte anunciada, se ha encontrado de repente con más difuntos: el control de sus jefes y el correo electrónico.

El rey ha muerto, viva el rey.

Escrito por Gonzalo Martí­n, autor de La Nueva Industria Audiovisual.

Actualización 20/03/2009: Ví­deo de la conferencia


EBE 08 – Conferencia de Luis Suárez from Evento Blog España on Vimeo.


Comments

  1. Nuño dice:

    Conferencia ,charla, keynote o como quieran decirlo, muy interesante…lo que destacaria, es el valor que tuvo para tomar una decision tan drastica, lo de suprimir(con los matices, que lueog nos explico) el uso del email. Son esas decisiones la que hacen que ESTO (mundo, blogosfera, …la vida personal de uno…) avance. BRAVO, dan ganas de lanzarse a la aventura y tomar riesgos.
    Bravo EBE por haberlo invitado.

  2. […] La mañana siguió con la charla de Luis Suárez en la que nos explicó como en un momento dado tomó la decisión de eliminar el correo electrónico (con algunos matices) y sustituirlo por otras herramientas, algo que en una empresa como IBM puede ser posible pero que suena un tanto a ciencia ficción en la inmensa mayoría de las empresas españolas; la comenta en detalle Gonzalo Martín en El hombre que mató al correo electrónico. […]

  3. […] La mañana siguió con la charla de Luis Suárez en la que nos explicó como en un momento dado tomó la decisión de eliminar el correo electrónico (con algunos matices) y sustituirlo por otras herramientas, algo que en una empresa como IBM puede ser posible pero que suena un tanto a ciencia ficción en la inmensa mayoría de las empresas españolas; la comenta en detalle Gonzalo Martín en El hombre que mató al correo electrónico. […]

  4. Dilsia Martinez dice:

    Es muy interesante este articulo, una observacion sobre las herramientas sociales. cada vez son mas los lugares que bloquean estas herramientas de sus servicios de internet. Por ejemplo en donde yo estudio myspace, facebook y muchos mas han sido bloqueados por la institucion. Ojala que esta iniciativa sea replicada en el mundo corporativo.

    Atentamente
    Dilsia Martinez

  5. Dilsia Martinez dice:

    Por iniciativa digo la de matar el correo-e y que desbloqueen las herramientas sociales.

    Atentamente
    Dilsia Martinez

  6. Isra dice:

    Una charla absolutamente inspiradora. Un visionario que, si bien es cierto que su entorno de trabajo es «idílico» para estos menesteres electro-sociales, es ejemplo para replantearnos la ideoneidad de nuestras herramientas de comunicación interna. He escrito un post sobre el tema en mi blog, y seguiré desarrollando ideas al respecto para concretar la «muerte del email» (ajuste en su uso, diría yo). Por si a alguien le interesa: http://www.israelviana.es/blog/post.php?id=15

  7. katherine dice:

    quiero conocer amigos y amigas del hotro lado del mundo yo soy de panamà y me gustaria tener amigos con quien conbersar y conpartir preguntas y respuestas grasias y hasta pronto

  8. […] con más gente blogueando y participando en redes sociales y podcasts internos y externos. Su mensaje, creo, generó un gran impacto puesto que defendía, no ya la tesis de apostar por las plataformas de colaboración, sino que […]

  9. […] La penúltima conferencia de EBE 08 corrió a cargo de Luis Suárez, evangelista de software social en IBM, también conocido como el hombre que mató al correo electrónico […]

  10. […] links I have seen in what I was trying to convey throughout the roughly over one hour show: "El hombre que mató al correo electrónico" ("The man who killed email") by Gonzalo […]

  11. […] de su charla en: pre.eventoblog.com/2008/11/el-hombre-que-mato-al-correo-electronico/ Comparte este post con tus […]

  12. […] El hombre que mató al correo electrónico […]

  13. Miss66 dice:

    Geoff Nesnow IT guy turned marketing and sales guy. ,