Ampliando el nivel de influencia de los medios participativos

El estado de la cuestión me suscita una cierta inquietud. Y me explico. Personalmente me planteo si estamos haciendo bien la tarea de difusión sobre la importancia de los medios participativos en nuestra sociedad, más allá del cí­rculo de los ya iniciados.

Como una vez le leí­ a Raúl Hernández ( perdón por la cita, pero no encuentro el post exacto) llega un momento en el que el asunto éste de la web 2.0 se convierte en una suerte de carrusel en el que siempre estás en contacto con las mismas personas, lo que genera la sensación de que el cí­rculo no se amplí­a.

Una de las razones que me animó a apostar por Evento Blog España fue la de ser puente entre la gente que iba abriendo nuevas puertas y los que ( la mayorí­a) no entendí­an bien qué es lo que estaba ocurriendo con todo esto de los blogs y demás herramientas. Este ejercicio me sigue pareciendo fundamental todaví­a hoy, entre otras razones, porque la mayorí­a de las empresas, o desconocen bien este asunto o solamente han oí­do la música a lo lejos.

Resulta fundamental seguir ampliando el cí­rculo. Por varios argumentos de peso. Pienso: para no tener la sensación de que siempre somos los mismos, para estimular el negocio del 2.0 accediendo a tantos otros sitios por ‘conquistar ‘ (léase empresas u organizaciones varias) y, por último, por ese estí­mulo personal de formar parte de un movimiento cuya misión fundamental es abrir nuevos caminos a la sociedad, aunque suene demasiado rimbombante esto último.

Pero el movimiento no sólo se hace hacia delante, esto es, en el sentido de que los llamado early adopters (David Pogue el especialista de gadgets de NYT dijo, dí­as atrás, que Twitter era un sitio de geeks) vayan abriendo nuevas rutas y perdiéndose en sus cuitas.

¡Cuidado con el exceso de ruido! porque cuando uno se lanza sin paracaí­das y con furor entre los mensajes de no más de 140 caracteres, posts, perfiles en cientos de redes sociales, puede correr el riesgo de quedarse pillado y sin la debida perspectiva como para contestar a esta pregunta: ¿para qué todo esto madre mí­a de mi alma?