Después de una decena de años como el que no quiere la cosa desde que comenzó todo esto de los blogs y luego el resto de herramientas de comunicación participativa, se están produciendo una serie de evoluciones desde mi punto de vista que resultan muy interesantes, evoluciones que tienen que ver con las normas, el uso y las prácticas. Una de ellas hace referencia al protagonismo que están adquiriendo las marcas en sitios como Twitter o Facebook. Sobre este asunto hablan en Blogging me, blogging you, aportando una perspectiva interesante.
En estos sitios, se considera normal que las empresas interactúen sin más, sin necesidad de que una persona ( con nombres y apellidos ) de la cara, por decirlo de esta manera. Esta naturalidad con la que el Marketing ha entrado aquí, contrasta con la dificultad con la que accede a los blogs, en los que las marcas- sin más- no pueden estar al frente. Se puede pensar en que eso es lo que hacen los blogs corporativos, pero cuesta más entender que en ese tipo de blogs no aparezcan personas de una forma más o menos directa, desde las referencias en el about a la firma de los posts.
Siendo conscientes de este contraste, y huyendo de cualquier intento de maximalismo, sí creo patente que la caja de las esencias del espíritu auténtico del movimiento 2.0 se halla en los blogs. ¿En qué sentido?, pues en relación a lo que estamos hablando, es decir, respecto a las reglas que definen ‘el manual de usuario’. Otra cosa es si su cumplimiento tiene que ser menos estricto en los blogs o más estricto en las redes y el microblogging respecto a la presencia de las marcas, así tal cual, sin personalización alguna.
La cuestión, si se me permite, tiene su miga. No es fácil. Pero por encima de todo, y como valor clave, soy de la opinión de que no se pueden pasar por alto los requisitos que han hecho del blog y la blogosfera un movimiento auténtico y potente. Y si eso pasa- por resumir- porque sí debe quedar patente en todo momento las personas y los intereses que hay detrás de cada línea de los contenidos, que así sea.
Por último, tampoco debe asustar a nadie que las marcas acudan a la tribuna realmente pública y compartida de la web del diálogo y la participación, porque tras cada marca- además de intereses obvios- también hay personas. Pero, ¿sería conveniente que en las redes sociales o el microblogging quedara más patente una mayor referencia a las personas que están detrás de las marcas?, pues pienso que no estaría mal tampoco.
Hola Benito, creo que ya no se trata de perder autenticidad, sino de, sencillamente, funcionar o no hacerlo. La Comunicación en Internet es interpersonal por necesidad, y las marcas sin personalidad, no representadas por gente con nombre y apellidos, no llegan a establecer una relación efectiva en la Red. De ahí la importancia creciente del famoso Community Manager.
Cuando se habla de este tema, no puedo sino traer a colasión el usuario @starbucks, tan amigable y cálido como «impersonal» -por estar tras una marca-. El asunto, creo yo, va de a quien le encomienda la marca el uso de sus social media. En el caso de @keteke, por ejemplo, había una persona ahí a la que no terminaron de explicarle de que iba twitter y terminó enrollándose con varios.
De momento, creo que es importante darse a conocer como marca y persona a la vez… ya que personalmente puede haber comentarios u opiniones que no harías nunca detrás de una marca. Además, todos tenemos vida después del trabajo. Es interesante llegar a este punto que decís de «personalizar la marca», anque esto de ser un experto en Twitter… ¿alguien lo es?
Sobre este tema siempre digo lo mismo, desde mi punto de vista lo importante es convertir a la empresa en persona. Lo que debes conseguir como empresa es hacerte tan cercano o más que lo eres personalmente.
Muchas de estas empresas en vez de ser cercanas siguen manteniendo una distancia con sus clientes o futuros clientes lo cual no creo que sea el cometido de su participación en dichos medios. Conozco un caso de una peluquería que usa su cliente en twitter para dar consejos a las personas que le siguen, entre otras cosas.
Montse sencillamente no creo en «expertos» o «gurús» de aplicaciones sociales.
Sobre las pensiones que tenemos en España:
Nadie debe jubilarse antes de los 66 años, y se tiene que ser muy muy duro con las jubilaciones anticipadas por enfermedad,puesto que hay mucha desvergüenza en este sentido y un porcentaje de estas personas no tiene nada o casi nada, lo que pasa que se nace para trabajar y se debe tener la dignidad suficiente para comprenderlo y aplicarlo.Todo operario debe cobrar al jubilarse como máximo,el cincuenta por ciento del salario de el último año de su vida laboral, con unos índices de cotización de mínimos y máximos.Cuando una persona gana por encima del índice máximo de cotización,dicho excedente lo tiene que cotizar al diez por ciento de la cotización base, y será repartida entre el operario y el empresario, sin que este apartado cuente para la jubilación, «pasando a ser una cotización de solidaridad obliga y voluntaria con el fin de fortificar el sistema». Hay que decir que tan inmoral es cobrar el cien por cien de una jubilación cuando ya no se produce riqueza para el país, como admitir pensiones cotizadas de quinientos euros. No a pensiones cotizadas inferiores a setecientos euros, y no a pensiones superiores a mil seis cientos euros, en el nuevo sistema de jubilación que explico en el texto, puesto que no hay sistema que lo pueda aguantar.
Esto hay que hacerlo ¡¡ Ya !! pese a quien pese, puesto que de ello dependemos de muchas cosas y nos jugamos muchas cosas. Tomemos el ejemplo de francia que tuvo que aplicar el sistema para salvar las pensiones hace ya, muchos años.