Probablemente siempre haya ocurrido así ( no lo sé exactamente), pero en los tiempos de cambio que nos están tocando vivir con una progresiva preponderancia del medio internet, parece bastante obvio que la información es más relevante para el público que la publicidad. Al menos así se puede concluir del estudio de la Lubin School of Business’ Interactive and Direct Marketing Lab, que cita en su blog el responsable de Social Media de Ford Company, el muy inquieto blogger Scott Monthy.
Los protagonistas del estudio son los componentes de la ‘Generación Y’, para los que curiosamente la publicidad es un contenido que un 84% acepta ( pueden convivir con él) frente a un 16%, que lo rechaza:
Si bien, una cosa es poder convivir con la presencia de la publicidad otra bien diferente es considerarla importante, como demuestra el hecho de que un 81% de los componentes de la ‘Generación Y’ entiende que la publicidad es irrelevante, frente a un 19% que sí opina que es relevante:
El resto del estudio de la citada universidad aporta estas otras averiguaciones, desde la perspectiva de los contenidos relacionados con productos:
– Un 67% dice que le interesa conseguir noticias y actualizaciones de productos.
– Un 64% está dispuesto a acceder a promociones.
– A un 41% le interesa ver o bajarse vídeos o música.
– Un 36% está de acuerdo en opinar.
– Y un 33% en conectar con otros consumidores.
La idea que se podría sacar como síntesis es que la gente más joven, y muy probablemente todo el mundo que se mueve en los medios participativos, rechaza de plano la publicidad clásica de internet, el típico banner, mientras que no le importa tomar un papel más activo si las marcas y los productos interactúan a través de información.
Las estadísticas que aquí reflejamos arrojan en parte algo de luz al intrincado mundo de la publicidad en la red, que analizamos en EBE el año pasado. La curiosidad es que, a pesar de todo, la publicidad crece y crece en internet por encima que en otros medios, presunta paradoja que podría entenderse por el hecho de que la red parte de un nivel de inversión publicitaria más bajo que el existente en los medios tradicionales y, dado también, a que los anunciantes ven claro el increible crecimiento de internet gracias al traspaso de las audiencias procedentes de prensa, radio y tv.
No me extraña que, por ejemplo Zaryn Dentzel, como se lo he oído decir en más de una ocasión, se piense muy mucho la forma en la que explotará comercialmente Tuenti. Este detalle demuestra, desde mi punto de vista, que la publicidad sufre un claro proceso de adaptación a la web participativa, que se efectúa mediante el sistema de prueba y error.