Entrevista a Félix Peinado: "El Cluetrain tiene sentido hoy y dentro de diez años"

Cada miércoles, entrevista en el blog de EBE. Hoy Félix Peinado, secretario general de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha con Twitter, Facebook y Linkedin.

Foto Félix Peinado Desde 1995 como secretario general de la CECAM ha liderado la negociación de importantes acuerdos estratégicos producidos en Castilla-La Mancha en materia industrial, laboral, infraestructuras, de innovación, medioambiental…

1/10.- ¿Por qué decidiste un buen dí­a abrir y mantener un blog con el que llevas ya más de dos años?

Fue por pura curiosidad; también me interesaba poder comentar y compartir opiniones sobre algunas cuestiones relativas al mundo empresarial pero que no puedo tratar habitualmente en mi trabajo. Además querí­a establecer contactos con personas con intereses parecidos a los mí­os, enfocados en una visión más generalista de la empresa y no tanto sobre una dimensión muy concreta de ella.

2/10.- ¿Crees que empresa tradicional y web 2.0 son como agua y aceite?

Creo que, como la mayorí­a de las personas, la empresa «tradicional» no es muy proclive al cambio. La web 2.0 es una nueva forma de comunicación entre personas, que como tal probablemente tenga efectos positivos pero también negativos sobre esas empresas. Además, para muchos tipos de empresas, sus clientes no están insertos en la cultura de intercambio de información en la red. Por eso, es difí­cil que esas empresas asuman las posibles ventajas para su negocio de esta nueva realidad.

3/10.- ¿En qué sectores productivos es más lógico y tiene más sentido utilizar las herramientas de la web participativa?

Aquellos que se relacionan directamente con el cliente final y donde éste es realmente quien toma la decisión de compra. Aunque es válido para cualquiera de éstos, personalmente le veo aún mayor interés en los servicios y muy especialmente aquellos en los que se vende una experiencia, donde la única referencia válida que tenemos los consumidores es lo que pueden contar otros que ya la han vivido. Una de las páginas más visitadas de mi blog es aquella en la que cuento mi experiencia en el MBA del Instituto de Empresa.

4/10.- ¿Consideras la transparencia y la responsabilidad corporativa dos activos con creciente importancia?

Así­ debe ser, pero no estoy muy convencido de que el cliente realmente discrimine en base a estos parámetros. Al final, en muchos sectores los ‘drivers’ de compra siguen siendo el precio, la rapidez, la calidad, el diseño… En sectores con fuerte componente de marca, la responsabilidad social mal llevada puede perjudicar a la empresa. No obstante, creo que estas cuestiones no son una moda pasajera sino que irán a más, aunque ahora estén un poco aparcadas con la crisis.

5/10.- ¿En qué medida sí­ o en qué medida no, o resulta indiferente, el papel de los blogs, redes sociales etc a la hora de velar por estos valores referidos en la pregunta anterior?

Su papel es crucial. La velocidad de comunicación de las noticias en las redes sociales es altí­sima y puede destruirse la reputación de una empresa en cuestión de horas. Además, no está sujeto a ningún tipo de restricciones por lo que todo se acelera. Siempre será más fácil que se difunda lo malo que lo bueno; por eso será ‘obligación’ de la empresa saber difundir lo bueno con inteligencia y habilidad.

6/10.- ¿Crees que la empresa moderna tiene que comunicar más para ser más competitiva?

«Es fundamental perder el miedo a la comunicación»

Yo creo que es fundamental perder el miedo a la comunicación, y esto va muy ligado a lo que antes comentaba referido a la web 2.0, que no deja de ser una nueva manera de comunicarnos. Tratar las cuestiones de la empresa con transparencia y normalidad es generalmente bien entendido por clientes, proveedores, bancos, Administración… Cuando, como suele ocurrir, sólo se quiere comunicar lo bueno, se tiende a no dar mucha credibilidad a las informaciones y a considerarlas más bien como un tipo de publicidad. Por otro lado, tan importante como la comunicación externa es la interna, pero eso es otro tema.

7/10.- ¿Por qué no puede valer hoy una empresa con una estructura excesivamente piramidal que marca criterios únicos desde la alta dirección, o realmente este esquema tradicional sigue valiendo y valdrá en el futuro?

Me parece que el formato excesivamente piramidal está, en la enorme mayorí­a de sectores, superado hace tiempo. Estructura fuertemente piramidal lleva aparejada rigidez en la toma de decisiones, defectos de comunicación y falta de participación. No obstante, una cierta estructura piramidal, a partir de determinados tamaños de empresa, creo que es necesaria. Las grandes empresas han asumido que junto a ello debe ir unido un nuevo modelo de liderazgo y participación que evite los problemas que esa estructura vertical plantea.

8/10.- ¿En qué medida consideras destacada la necesidad de que un trabajador maneje las herramientas de la web 2.0?

Como casi todo, dependerá del sector de actividad. Un trabajador con una buena red y un buen uso de estas herramientas es un importante activo en muchos sectores. No pienso que la mayorí­a de las empresas estén preparadas para aprovechar este potencial, que además se incrementará con el tiempo en la medida en que las generaciones más jóvenes se incorporan al mundo laboral.

9/10.- ¿Cómo crees que cambian estas herramientas la idea del liderazgo?

Me parece que la idea de liderazgo que se promueve actualmente es compatible con el uso de estas herramientas, en la medida en que este liderazgo exige un margen de libertad al trabajador sobre la forma de conseguir sus objetivos. Si estas herramientas pueden de alguna manera ayudar a conseguirlos, no habrá ningún problema. Como en todo, inicialmente habrá temores ante el mal uso que pueda hacerse.

10/10.- ¿Qué panorama prevés para los próximos diez años. Tendrá entonces más sentido el Cluetrain Manifiesto o menos?

Creo que tiene mucho sentido hoy. Las consumidores somos personas que nos comunicamos y que utilizamos para ello las tecnologí­as de las que disponemos en cada momento, y esto tiene sentido hoy y lo tendrá dentro de diez años. Quizás ocurre que finalmente los cambios (siendo relativamente ágiles) no son ni tan rápidos y dramáticos como preconizan los precursores de los mismos, ni tan absolutamente imposibles como quisieran quienes se oponen a ellos. Yo tengo fe en las empresas, creo que tienen una buena capacidad para adaptarse a las realidades (y si no, surgirá un competidor que lo hará) y que se amoldarán bien a la nueva situación, cada uno en su actividad. Dentro de diez años tendremos una mayor capacidad para comunicarnos con y sobre las empresas y éstas estarán más pendientes y serán más proactivas en este sentido.

Gracias por tu tiempo, Félix.

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