La pregunta que introduce este post tiene una clara respuesta: no. Es obvio. Pero me merecía la pena introducir de esta forma el tema de la intermediciación de los grandes medios para dirigirse a la sociedad que ha sido, desde siempre, la manera a través de la cual los políticos han contactado con los ciudadanos.
Barak Obama, conocido por el two ways president, ha puesto en solfa este sistema al establecer vías de relación más directa con los estadounidenses a través de medios como You Tube o el propio blog de la Casa Blanca, entre otros.
La determinación de Obama ha sentado a cuerno quemado a muchos representantes de los medios de comunicación, y especialmente a los que están siendo más beligerantes con él, cual es el caso de la cadena de televisión Fox.
Resulta bastante común que los cambios generen controversia y más cuando están involucrados los medios de comunicación de toda la vida que acostumbran a acudir a las ruedas de prensa del presidente de EEUU o de cualquier otro político. Pero el asunto ya no es como hace 10 años atrás, pues llegado el momento, Obama o cualquier dirigente puede hacer que se suba un vídeo a You Tube y tiene garantizado, sin intermediación, una audiencia millonaria.
Ya decía al comienzo de este post, que es imposible que los medios de comunicación desaparezcan del entramado de las relaciones que se ejercen entre los mandatarios políticos y la sociedad. Igual pasa con las empresas y sus clientes o mercado. Ahora sí, tengamos en cuenta que vivimos en la época del ‘hágalo usted mismo’, y eso se comprueba también en la producción de información.
¿Le merece la pena a Obama dirigirse sin intermediarios a sus ciudadanos? Sin duda que sí, pues en cierta medida es como si protagonizara un mitin virtual sin cortes ni interpretaciones de los periodistas. Bajo mi punto de vista, esta es una razón más que oprime contra el reinado de los medios tradicionales como gestores únicos de informaciones y noticias. Las fuentes son ya emisores si así lo desean.
Esa capacidad creciente modificará progresivamente el eje habitual medios-instituciones-sociedad en los años venideros. Sí, pero ¿hasta qué punto? Pues habrá que estar atentos, pero en este aspecto también, nada será como era antes.