Firmas invitadas: ¿Qué nos ha traí­do la web 2.0?

Hoy tenemos como invitado a Daniel Torres Burriel. Repasará los beneficios en términos de desarrollo, usabilidad, accesibilidad… que ha instaurado la web participativa.

Foto de Daniel Torres Burriel Arquitecto de la información y diseñador de interacción que a través de su blog personal y su amplia experiencia se ha erigido en una de las grandes referencias del sector.

Introducción

Desde que hace cinco años se acuñara el término de web 2.0 empezó a hacerse tangible una de las propuestas que quien es considerado padre de la web, Tim Berners Lee, nos dejó como legado en su libro Tejiendo la Red. Esta idea no es otra que los usuarios fueran partí­cipes de los contenidos de la web.

Una cita de la Wikipedia que trata de contextualizar el concepto dice que «En general, cuando mencionamos el término Web 2.0 nos referimos a una serie de aplicaciones y páginas de Internet que utilizan la inteligencia colectiva para proporcionar servicios interactivos en red dando al usuario el control de sus datos«. Pues bien, esto no dista mucho de una de las tesis de Berners Lee, que concebí­a la web como un canal de distribución de información, accesible a todo el mundo y en el que los usuarios tuvieran la posibilidad directa de aportar contenidos en tiempo real. Se supone que iba a jugar un papel clave en todo esto el agente de usuario, es decir, el navegador. El cliente web debí­a tomar el protagonismo a la hora de dar el papel protagonista al usuario. Pero las cosas no sucedieron así­.

El primer navegador, que data de 1990, fue llamado WorldWideWeb (y posteriormente renombrado como Nexus), y mantení­a las dos funcionalidades básicas que daban forma a la recién conceptualizada web: navegador y editor. Los usuarios podrí­an de ese modo acceder a los contenidos y de la misma forma intervenir en ellos.

Sin embargo con la llegada primero de Mosaic y luego de Netscape, junto con la creciente popularización del medio y un crecimiento vertiginoso no basado en estándares, esa posibilidad de intervención directa en los contenidos por parte de los usuarios, se desvaneció.

Con todo esto, las ideas de otro Tim, en este caso O’Reilly, y Battelle acerca de la web 2.0 nos llevan a principios de los noventa de una forma total y absoluta. Eso sí­, tenemos una ventaja sustancial que en los inicios no pudo ser una realidad: el seguimiento de estándares a nivel de plataforma y desarrollo esta vez sí­ ha contribuido a la estabilidad de la iniciativa. Así­ las cosas el concepto de web 2.0 contiene un buen puñado de elementos que toman como referencia el valor de la tecnologí­a como elemento sobre el que construir los soportes óptimos que den forma a la acción de los usuarios. De ese modo podemos encontrar una serie de tecnologí­as que si bien no son nuevas, han contribuido a la concepción y desarrollo de la web 2.0: AJAX, RSS, Atom, XUL, microformatos, XML, etc.

Un nuevo modelo de relación con el usuario

Y un poco más allá de las meras tecnologí­as que dan soporte a estos maravillosos engendros hay una serie de disciplinas que, desde la capa de la interfaz, han experimentado un desarrollo notable, ofreciendo como resultado un buen puñado de buenas prácticas que han sido adoptadas en mayor o menor medida por los responsables de los proyectos 2.0 y que configuran un nuevo modelo de relación con el usuario. Se ha producido un renacer de la comunicación con los usuarios y, además, se está haciendo de forma cada vez más sencilla, más intuitiva y más amable.

Estándares web

Está claro que las normas directrices que el Consorcio del Web recomienda en sus publicaciones tení­an que contar con la complicidad tanto de los fabricantes de navegadores como de los desarrolladores. Este es un camino que se está recorriendo poco a poco. No puede decirse que a fecha de hoy hayamos alcanzado una concienciación óptima al respecto, pero en los proyectos del ámbito de que hablo sí­ se puede decir que hay una adopción casi natural de los estándares web, con las múltiples ventajas que ello implica.

Separación de contenidos y presentación

De ese modo podemos estar contentos de tener entre nosotros -la comunidad de desarrolladores- un buen conjunto de frameworks, librerí­as y objetos, todos ellos adheridos a los estándares, que hacen mucho más ágil el proceso de creación de proyectos. Elements, WYMstyle, YAML, YUI Grids CSS, Reset CSS o BluePrint son buenos ejemplos de cómo la separación de presentación y contenidos está resuelta haciendo uso de estos frameworks de CSS.

En el lado de la estructura y el comportamiento podemos encontrar proyectos como HTML Framework Project, iPhone Universal, MooTools, jQuery, Prototype o The Yahoo! User Interface Library. Todos ellos surgidos en el seno del crecimiento y desarrollo de proyectos del entorno 2.0 y que configuran para bien un panorama que hace cinco años, desde luego, era mucho más diáfano.

Accesibilidad

Como no podí­a ser de otro modo, una de las cuestiones que más se ha beneficiado de la adopción de estándares web como forma de trabajo inserta en la metodologí­a que ha guiado muchos proyectos 2.0 ha sido la accesibilidad web. La razón de que esto sea así­ se explica desde la propia naturaleza de las pautas directrices que propone la Web Accessibility Initiative, que recomienda de forma transversal en sus pautas de accesibilidad la utilización de tecnologí­as estándar. No obstante el uso de tecnologí­as que en la mayorí­a de las ocasiones se han etiquetado bajo las siglas AJAX ha supuesto un notable decremento del nivel de accesibilidad, en términos generales, de la gran mayorí­a de aplicaciones web.

Sin embargo hay notables iniciativas que están disponibles para la comunidad de desarrolladores que suponen, de la misma forma que en el caso de la estructura, el comportamiento y la presentación, una ayuda preciosa. Tal es el caso de Accessible Rich Internet Applications, que proporciona las soluciones de desarrollo para que las ayudas de tecnologí­as asistivas puedan interpretar de forma transparente las acciones que se escriban con lenguaje de script.

De la misma forma, la separación en una capa de tecnologí­as que implican comportamiento, generalmente javascript no intrusivo, también ha tomado forma a la luz de estos nuevos proyectos y, sobre todo, al amparo de la generalizada separación de contenido y presentación de la que hablaba anteriormente.

Usabilidad y experiencia de usuario

Otro de los aspectos que se ha visto beneficiado y aumentado debido a la proliferación de proyectos con sabor 2.0 ha sido el que tiene que ver con la disciplina de la usabilidad.

El mismo hecho, base de muchos proyectos de esta segunda generación de la web, de permitir que los proyectos vean la luz en fases tempranas de desarrollo en forma de beta, ha permitido que el feedback de los usuarios sea pieza clave y fundamental para enseñar, a través de la práctica, a los equipos de desarrollo y a sus responsables que la forma de utilizar las aplicaciones web que tienen los usuarios debe ser la guí­a que les lleve a buen puerto. O por lo menos al puerto donde los usuarios desean ir.

Flickr supuso una nueva metodologí­a de trabajo

Un buen ejemplo de esto lo tenemos en Flickr, proyecto que llegó a ser adquirido por uno de los grandes, Yahoo, y que en su origen supuso la puesta en práctica de una nueva metodologí­a de trabajo: el juego con los usuarios y la escucha activa.

Junto a esta nueva forma de abordaje de los proyectos, la generalización de nociones básicas de usabilidad, algunos escándalos puestos a la luz de la observadora blogosfera y, sobre todo (y desde mi punto de vista), la necesidad imperiosa de que los usuarios adoptasen como propias las aplicaciones, como ví­a necesaria para generar masa crí­tica, han hecho de la usabilidad una de las disciplinas con más auge en los últimos cinco años.

Si a ello le sumamos la creciente importancia entre las clases directivas de las métricas y los guarismos que hablan de ROI, se puede entender que aunque sea poco a poco, la usabilidad como disciplina haya ido traspasando barreras que hace bastantes más años parecí­an infranqueables.

Aplicaciones que hacen pocas cosas pero muy bien

Con todo lo anterior, hay un hecho que significa un punto de inflexión en la concepción de proyectos de desarrollo de aplicaciones, web en este caso, en relación a las mejoras de los niveles de usabilidad de las mismas: para captar la atención de los usuarios se ha producido en muchos casos un proceso de adecuación que ha concluido en una reducción drástica de funcionalidades. O lo que es lo mismo, se ha producido un incremento en la calidad de las funcionalidades desarrolladas directamente proporcional a la reducción de las mismas. El resultado: aplicaciones que hacen pocas cosas, pero las hacen muy bien.

Desde la perspectiva de la experiencia de usuario se pede decir que estos últimos cinco años han supuesto el inicio de la popularización de la disciplina en términos de implicación de los responsables de proyectos. Se ha planteado un escenario en que era imposible conseguir masa crí­tica sin aplicaciones web orientadas al usuario que fueran mucho más allá de proporcionar un ramillete más o menos extenso de funcionalidades.

Desde ese punto de vista hemos visto nacer y crecer proyectos basados en la resolución de necesidades para las personas. De muchos tipos y a través de muchas formas. Pero al fin y al cabo hemos sido testigos del análisis e incorporación de flujos de comportamiento como fuente principal de soluciones a implementar en proyectos web. Youtube, Unvlog, Tinyurl, Twitter o LinkedIn son, desde mi criterio, buenos ejemplos de ello.

En definitiva han sido unos años, envueltos en un papel de regalo al que hemos llamado web 2.0, en los que hemos podido asistir a la eclosión de un nuevo tipo de aplicaciones que en su momento llamé con un nombre muy común: webs que hacen cosas. Y ya puesto a citarme lo haré con todas las consecuencias: «Así­ pues, estos nombres son solamente un ejemplo de esas nuevas webs que muchos llaman Web 2.0 y que podrí­a dejarse simplemente en un modesto, pero verdadero, webs que hacen cosas«.

Post escrito por Daniel Torres Burriel, arquitecto de la información y diseñador de interacción.

Foto: Carlos Mata


Comments

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  2. […] En Evento Blog España, David Torres Buriel y lo que nos ha traído la web 2.0. […]