El esquivo don de la oportunidad

Escribe Jesús Encinar en uno de sus últimos posts respecto a la presencia de señales y ruido en el actual ‘concierto informativo’ que se caracteriza por la abundancia. Sobre eso reflexiona Jesús, que anduvo el año pasado por cierto en EBE, para indicar básicamente que para él existen dos tipos de informaciones, aquellas que le interesan (señales) y las que no le valen la pena (ruido).

Siguiendo esa lí­nea de pensamiento, podrí­amos concluir que las señales son puntos de referencia importantes como por ejemplo un determinado artí­culo que marca una tendencia. En ese sentido, pienso que en ocasiones existen señales concurrentes, de tal suerte que pueden coincidir artí­culos parecidos que anuncian o recogen ideas semejantes. Ello es fruto del establecimiento de procesos paralelos que hacen que una persona viva experiencias parecidas a otra, aunque estén distanciadas por miles de kilómetros, algo que no les impide pensar y escribir ideas muy semejantes. Pensemos en dos chavales de dos grandes ciudades que viven de forma parecida el fenómeno de las redes sociales, razón por la que no nos debe sorprender que se posicionen de manera similar respecto a ellas.

Este tipo de circunstancias me permiten inferir que, incluso entre ‘las señales’, existe mucho contenido parecido, lo cual no quiere decir que sea malo o ruido. Siendo esto así­, lo más interesante siempre, y ahora mucho más, es buscar ese esquivo don de la oportunidad: es decir el momento adecuado para lanzar una idea que, aunque no sea exactamente diferente a otras, sí­ llega en el instante preciso. Podrí­a ser, por ejemplo, la decisión de algunos hospitales norteamericanos, como cuenta The New York Times, de aprovechar el fenómeno de You Tube para anunciarse.

La idea es sumar en una acción inédita dosis de ‘telerealidad’, pues son los pacientes quienes dan sus testimonios, en medio de una situación de crisis económica en la que los hospitales, como empresas, tienen que invertir en promoción siguiendo un criterio de eficiencia antes que apostar por los canales tradicionales de promoción.

Este caso nos podrí­a ilustrar un poco más el concepto de don de oportunidad: no hay nada realmente nuevo, lo que pasa es que llega en una situación en la que la gente premia las iniciativas creativas que responden a una determinada coyuntura. La capacidad de hacer lo correcto en el momento adecuado no es algo que se improvise, es fruto de una actitud de continua búsqueda. O al menos así­ me lo parece a mi.