El mundo de internet incluye en ocasiones situaciones de estrés. La presencia casi permanente delante de pantallas, la necesidad de contestar correos, el querer estar en todas las redes sociales, etc, etc, provoca en ocasiones problemas y tensiones.
Numerosos estudios demuestran que la práctica de mindfulness (en español “atención plena”) produce cambios en las áreas cerebrales responsables de las emocionas positivas y la regulación del estrés. Con un entrenamiento sistemático de la capacidad de estar presente en cada momento sabiendo lo que está sucediendo (mindfulness), y gracias a la plasticidad de nuestro cerebro, podemos modificar el modo en el que nos enfrentamos a las emociones desagradables y al estrés.
Después de explicar en qué consiste la cualidad de la atención plena o mindfulness y de explicar cómo su práctica puede modificar la fisiología de nuestro sistema nervioso, se proponen algunas sencillas prácticas para comenzar a saborear los beneficios de la atención plena.