Los dispositivos electrónicos forman parte esencial de nuestras vidas, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, estamos pendientes de una pantalla iluminada.
Y muchas veces no somos conscientes, de que una parte de nuestra vida está dentro de ese dispositivo. Y que incluso ese dispositivo sabe más de nuestra vida que nosotros mismos. ¿Y quién más ve esto?
Compartimos fotos, contenidos, datos no sólo de nuestra familia, sino de nuestros amigos, sin pensar en las consecuencias que pueden tener esos comportamientos, los cuales nos pueden dar más de un susto en el futuro y responsabilidades legales de las que no podemos escapar.