La conferencia de Marc Vidal, Director General de CINK, trata de emprender, de futuro y de oportunidades pero sin olvidarse de una realidad dura y compleja. Lo escuchamos en #EBE10 el sábado de 16:30 a 17:00 horas. Read English Version.
Estamos a las puertas de una revolución como ya lo estuvieron otros antepasados, sólo que esta vez es digital, orgánica, distribuida y global. Hace algún tiempo, al confluir diversos factores se reprodujeron sistemáticamente otros grandes cambios. La revolución industrial y tecnológica fueron grandes elementos de cambio, y convivieron con una crisis sistémica que adelantaba una mutación real y evidente en todos los estadios de la economía. La manera de traducir aquellos cambios siempre condujo a mejores escenarios pero también con una fractura notable del propio sistema.
La revolución del conocimiento surgirá del valor de las cosas y no del coste de las mismas, será el momento de las grandes factorías de ideas, de pensamientos, de dudas, de estructurar la fabricación en base a su precio esencial y, sobre todo, de emprender para convertir los sueños en realidad.
En esta nueva era, en este nuevo ecosistema plagado de ideas, en ese nuevo mar en el que deberemos navegar, los que antes entiendan que deben impulsarse con vientos desconocidos, los que sepan que es tiempo de veleros y no de lanchas motoras, esos sobrevivirán, crecerán y serán mucho más felices. Los que escuchen a sus mandatarios, a esos dirigentes aparentemente perdidos, a esos que cambian sus previsiones una y otra vez, los que esperen de ellos que les ayuden a sobrevolar este momento crucial de la historia sufrirán mucho más.
No es momento de subsidios sino de purgas, no es momento de alargar agonías sino de amputar aquello que está podrido. El sistema es demasiado duro y robusto como para permitir un parto sin dolor. Una Nueva Economía, y su sociedad paralela, está en la sala de espera de nuestra historia futura, unos la protagonizarán, los emprendedores, y otros la verán pasar de largo, la microburguesía low cost. Que cada uno se apunte al equipo que quiera pero que sepa que el primero es un club maravilloso llamado: “el club de los soñadores”.
Ana Asuero